La censura en los buscadores
By Antonio Díez
Los buscadores se han convertido en una pieza clave para los millones de usuarios que cada día recurren a internet para encontrar la información que buscan. Encender el ordenador, acceder a un navegador y consultar un buscador se ha convertido en una rutina en cada vez más hogares.
Tal es su importancia que se han acabado por convertir en el enclave que une a los usuarios con la información y eso puede suponer un peligro porque los buscadores no son inteligentes; son solo el resultado de un complicado algoritmo que unos individuos (que sí son inteligentes) crean y por tanto son vulnerables a la censura y a la manipulación.
¿Hay censura en internet?
¿Y en los buscadores?
Evidentemente. Esos mismos países que no permiten la libertad de expresión no han tardado mucho en modificar los resultados de una simple ecuación (que es al fin y al cabo lo que es un buscador).
¿Y cómo en una dictadura donde no hay libertad de expresión se puede instalar, por ejemplo, un buscador como google -a la que se le presupone objetividad y libertad en su búsqueda-? Porque hay más de 210 millones de chinos conectados a internet y esos son muchos millones (de chinos y de dinero). A pesar del enorme revuelo -y las duras críticas generalizadas- que ha causado la incorporación de google en China hay quien sigue pensando que no es una mala noticia, tendencia que viene a apoyar la tesis que el propio Sergey Brin afirmó durante una entrevista a Reuters en la que afirmaba que "a veces es preferible tener más información a pesar de que la misma no sea del todo completa"
Dicho lo cual no es menos cierto que, afortunadamente, a pesar de todo el esfuerzo de las dictaduras por controlar y censurar la información siempre hay formas de evitarla. Lo más importante es que cada día hay más gente que adopta una actitud activa, que decide actuar por encima de regímenes e imposiciones y poco a poco están haciendo crecer un fenómeno que ya hoy es imparable, el periodismo ciudadano.
Tal es su importancia que se han acabado por convertir en el enclave que une a los usuarios con la información y eso puede suponer un peligro porque los buscadores no son inteligentes; son solo el resultado de un complicado algoritmo que unos individuos (que sí son inteligentes) crean y por tanto son vulnerables a la censura y a la manipulación.
¿Hay censura en internet?
Sí. China, Corea del Norte, Cuba, Arabia Saudita... y así hasta doce países han sido nombrados recientemente "enemigos de internet" por la censura que imponen a los contenidos de la web. No nos sorprende, a estas alturas todos conocemos que el poder tiene miedo a internet y cualquier excusa es buena para cortar las alas a la libertad de expresión. Probablemente el caso más cruel y espectacular sea el de la censura en China, país donde, como apunta Enrique Dans, la manipulación ha llegado a tal nivel que la clave ya no es tecnológica.
[Foto de net_efekt]
¿Y en los buscadores?
Evidentemente. Esos mismos países que no permiten la libertad de expresión no han tardado mucho en modificar los resultados de una simple ecuación (que es al fin y al cabo lo que es un buscador).
¿Y cómo en una dictadura donde no hay libertad de expresión se puede instalar, por ejemplo, un buscador como google -a la que se le presupone objetividad y libertad en su búsqueda-? Porque hay más de 210 millones de chinos conectados a internet y esos son muchos millones (de chinos y de dinero). A pesar del enorme revuelo -y las duras críticas generalizadas- que ha causado la incorporación de google en China hay quien sigue pensando que no es una mala noticia, tendencia que viene a apoyar la tesis que el propio Sergey Brin afirmó durante una entrevista a Reuters en la que afirmaba que "a veces es preferible tener más información a pesar de que la misma no sea del todo completa"
Dicho lo cual no es menos cierto que, afortunadamente, a pesar de todo el esfuerzo de las dictaduras por controlar y censurar la información siempre hay formas de evitarla. Lo más importante es que cada día hay más gente que adopta una actitud activa, que decide actuar por encima de regímenes e imposiciones y poco a poco están haciendo crecer un fenómeno que ya hoy es imparable, el periodismo ciudadano.
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