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Hace ya algún tiempo surgió el debate en torno a la fiabilidad de los medios de comunicación. Pronto, esa ingenua pregunta tuvo un objetivo más ambicioso: medir la credibilidad de los blogs. Claro, ahora el asunto tenía una dimensión mucho más complicada.

¿Son fiables los blogs? La verdad es que responder sí o no tiene sus riesgos. Es indudable que no todos los blogs son creíbles. De hecho, son muchos los blogeros que reconocen que no suelen contrastar como deberían la información que publican. Pero lo uno no tiene nada que ver con lo otro.

Después de un tiempo indagando por internet he descubierto, gratamente, que los blogs (buenos, digo) no pueden mentir. Es imposible. Dar un dato erróneo, dar por buena una noticia que no lo es o esconder parte de la verdad es imposible. Sería cavar su propia tumba.

Me atrevo a afirmar todo esto en base a dos razones. En primer lugar porque internet es muy grande, hay infindad de especialistas que vuelcan información muy cualificada sobre todos los temas, así que sólo se debe hablar de aquello que se sabe. No hay sitio para redundancias.

Y en segundo lugar, el más importante, es porque poco a poco he ido descubriendo el proceso de verificación de los blogs. Los buenos blogs arrastran cantidad de visitantes que no sólo leen los contenidos, sino que participan en ellos. Los corrigen, dejan sus particulares puntos de vista y, de paso, enriquecen lo publicado con sus propios conocimientos. Contra eso no pueden competir el resto de los medios. En los buenos blogs, una noticia a medias dura muy poco, el tiempo en el que un usuario entendido llega e informa del error. Eso es lo que los hace grandes. Esa participación estrecha y directa es la esencia de este nuevo medio que día a día crece.

Cierto es que, todavía, los website no tienen la misma credibilidad que el resto de medios tradicionales, aunque la tendencia cambia. Y cambia a una velocidad de vértigo porque cada vez más gente descubre que los blogs se pueden equivocar, pero no más que el resto de los medios. La diferencia es que mientras los unos sólo pueden pedir disculpas por el error, los blogs son corregidos y enriquecidos inmediatamente por los propios usuarios, o sea, a posteriori, ofreciendo un servicio, limpio, eficaz y más creíble.
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